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Jaco Peyper, un árbitro para la historia

Son pocos los nombres propios que engloban y representan un deporte como el de Jaco Peyper. El colegiado, de dilatada experiencia en el mundo del arbitraje, puso sus servicios en manos del rugby una vez más en el histórico España-Fiji de la ventana de noviembre. Uno de los referee de mayor renombre en el panorama rugbistico mundial, continúa engrosando su lista de servicios al deporte de su vida tras 20 años de trayectoria. 

Foto: Anuar Gómez.

Inicios en el arbitraje

Son 20 los años de vivencias que acumula el sudafricano a sus espaldas portando el silbato. Sincerándose sobre los motivos que empujaron al joven Jaco a dar un paso hacia el arbitraje, el colegiado internacional explica que en su etapa como jugador “mi cuerpo dijo basta tras varias lesiones. Soy un apasionado del rugby, donde crecí es el deporte por excelencia por lo que inclinarme hacia el arbitraje era una buena manera de seguir ligado al rugby dentro del campo”. Sin embargo, el colegiado apunta que “cuando tenía 18 no se me pasaba por la cabeza ser árbitro, pero mirándolo ahora con la perspectiva de los años, puedo decir que me ha regalado experiencias y vivencias maravillosas”.

La pasión por el deporte de su vida y el duro trabajo llevaron a Peyper de la mano hasta el Super Rugby, tan solo 8 años después de su debut: “fue algo increíble. Tuve mucha suerte porque algunos de los árbitros más veteranos que estaban en el Super Rugby dejaron de pitar más o menos en esa época. Había un ‘vacío’ natural entre generaciones y tuve la suerte de ser elegido para dar el salto antes que los demás y las cosas salieron bien”. Sin embargo, el sudafricano afirma que “necesitas mucha suerte para llegar arriba. No es porque seas buen árbitro, a veces todo lo que hace falta es que te llegue una oportunidad. He visto muchos colegiados muy buenos a los que no se les presentó la oportunidad en su día, así que me considero muy afortunado”.

Un sueño cumplido

Siendo seleccionado para el plantel de árbitros del Super Rugby, el debut de Jaco llegó en Johannesburgo, en el estadio Ellis Park. “Fue algo increíble. Entrar al estadio la primera vez que pitas un partido ahí es un sentimiento único. Recuerdo que todo pasó muy rápido, fue un partido entre un equipo sudafricano y otro neozelandés. Para cuando me quise dar cuenta, ya había pitado el final del encuentro”, comenta Peyper. 

Aquel día en Ellis Park comenzó el camino de un árbitro que quedará para la historia. En 2020, 12 años después de su salto al Super Rugby, Jaco firmó una hazaña solo al alcance de los más grandes: convertirse en el colegiado con más partidos dirigidos en la historia del Super Rugby. “Es algo impresionante. Por suerte pude empezar mi carrera en el arbitraje cuando era joven por lo que he tenido mucho tiempo para llegar ahí. Creo que, para ser justos, hay que decir que cuando empecé a arbitrar había como 4 o 5 partidos de Super Rugby al año. Cuando llegué yo, eran ya 6 o 7 partidos al año por lo que ha sido más fácil para mí llegar a una cifra alta de partidos”. A lo que añade: “esto no significa que sea mejor que Steve Walsh, Jonathan Kaplan o Craig Joubert, simplemente es que yo he tenido más partidos que ellos. La competición cambió de Super 10 a Super 12, y en su momento a Super 15, eso me dio más encuentros que al resto”.

Un récord impresionante de un colegiado diferente. Ahora, Jaco expresa su sentir sobre todos esos partidos acumulados en el Super Rugby: “es una gran competición. Me da pena que sea cosa del pasado, pero estoy mirando con ilusión a un nuevo camino en el hemisferio norte. Ese es un nuevo reto, es algo que me traerá una bocanada de aire fresco. Quizá continúe arbitrando uno o dos años más solo por las cosas nuevas que están por venir”. 

La gira de los Lions

Acumulando experiencias en su ‘mochila’, Jaco puede presumir de haber formado parte de la gira de los British & Irish Lions de 2017, dirigiendo un encuentro en el que los Europeos se enfrentaron a Nueva Zelanda: “Eso quizá forme parte de mis mejores memorias en el mundo del rugby. No sé si será lo mejor que me ha dejado el rugby, pero estoy seguro de que está en el TOP 5 de mis memorias en este deporte”. Además, el sudafricano va más allá: “fue un tour muy especial, ya que los Lions juegan cada 4 años, y en aquel momento Nueva Zelanda era la selección que ocupaba el número 1 en el ranking mundial. Fue algo muy especial, muchos aficionados viajaron a Nueva Zelanda desde Europa. Había tanta gente que no entraban en el estadio. Muchos de los fans se congregaron en los aledaños del campo y en los pubs”. Agradecido por la oportunidad, Peyper explica que “me siento afortunado de que el partido que me tocó dirigir fuese de una gran calidad rugbística, y además, el clima acompañó. Recuerdo que en el segundo partido de la serie estuvo lloviendo y eso dificultó el juego. En mi partido, sin embargo, con el campo seco pudimos ver grandes habilidades y un gran juego por parte de ambos equipos”. Buscando en el baúl de los recuerdos, Jaco recuerda con añoranza aquel partido: “Los Lions anotaron un ensayo impresionante en el primer periodo. Mirándolo ahora con la perspectiva del tiempo, hace que te sientas muy orgulloso de haber formado parte de aquello”. 

Un equipo único que refleja lo que es el rugby. Esos son los Lions. En palabras del referee: “creo que los Lions engloban el concepto de singularidad que tiene el rugby; ese espíritu tan único. Esos jugadores vuelven a sus países y luchan entre ellos en el VI Naciones, pero en los Lions juegan juntos como una unidad y van a la ‘guerra’ juntos. Esto demuestra lo que es capaz de hacer el rugby. En Sudáfrica el rugby ha logrado unir muchas culturas diferentes. Desde el pasado hemos tenido muchos problemas culturales, pero cuando Sudáfrica ganó la Copa del Mundo, tendrías que haber visto a toda esa gente juntándose y celebrando el triunfo juntos. Eso es lo que hace el rugby grande”. 

Foto: Anuar Gómez.

Rugby en estado puro

Hay un marcador diferencial que hace del rugby un deporte único y el colegiado sudafricano lo tiene claro: “el espíritu del rugby es unir a la gente. Nada importa lo que pase en el partido, porque todo queda ahí. Después de un partido lleno de roces y mucho contacto, todos los jugadores se unen para tomar una cerveza juntos. Eso hace del rugby algo único”.

Tras una época convulsa a causa de la pandemia, la ‘normalidad’ está de vuelta en los estadios, algo que el colegiado celebra con orgullo: “la gente tiene mucha pasión por el rugby en Sudáfrica, por lo que siempre esperas que el equipo local tenga un gran empuje de su afición. Es algo muy especial porque los jugadores ‘interactúan’ con la gente, y sienten el empuje de los fans”, y sentencia: “con los estadios vacíos daba la sensación de que el juego necesitaba algo. A veces los jugadores parecían estar en el Captain´s run porque no había ‘emoción’ y la intensidad era más baja que cuando hay gente”. Valorando de forma más que positiva su experiencia en España, el referee afirma que: “Disfruté muchísimo del partido España-Fiji; fue genial escuchar a la afición animar de una manera tan deportiva, alentando incluso a sus rivales. Ese es el espíritu del rugby”. Además el colegiado sentencia: “creo que nos debemos a los fans, a los aficionados. El día que dejemos de pensar así, es el momento de hacernos a un lado y dejar de pitar o jugar”. 

Vivencias únicas 

Disfrutar de una Copa del Mundo desde dentro es un premio al alcance de muy pocos. Un torneo diferente y único, rodeado de una atmósfera sin igual. “Es una competición fantástica. Todo el mundo pone los ojos en el torneo, y eso hace que sea apasionante vivir esas 6/7 semanas de partidos”, explica Jaco. Además, el referee afirma que: “como hemos comentado anteriormente, una Copa del Mundo también une a personas de distintas culturas. Recuerdo que en Tokio, en el Mundial de Japón 2019, se juntaron personas de todo el mundo para disfrutar del Mundial. Fue increíble, algo que nunca olvidarás”. Y el colegiado añade: “Yo hasta ese momento había estado en Tokio tan solo por el Super Rugby y en un test match, pero no había tenido opción de moverme por Japón. En las 6 semanas que pasamos allí nos movimos con el tren bala, y en toda la competición tan solo tuvimos que tomar dos aviones. Es algo que impresiona, viniendo de Sudáfrica donde nuestra red de trenes no es tan buena como esta”. 

Pase lo que pase, las nuevas generaciones que se abren paso en el mundo del arbitraje tienen un gran espejo en el que mirarse. Y es que Jaco ha compartido incontables momentos junto a colegiados de los que dice que “es genial pasar tiempo con árbitros de distintas nacionalidades. Es muy gratificante entender cómo ven el rugby, y estoy siempre dispuesto a ayudarles. Quizá pueda enseñarles algo, pero lo más positivo es que cuando escuchas a los árbitros más jóvenes, aprendes tanto como ellos”. Además, comprende que “es siempre un reto preparar los partidos. Hacemos mucho hincapié en el tema de la comunicación. A pesar de que hay un ‘lenguaje de rugby’ mediante señas, la comunicación verbal es también esencial. Hay que contar con que es muy probable que el inglés no sea el lenguaje de los capitanes, o de los asistentes o del TMO. Mucha de la preparación va dirigida a ese ámbito para tratar de facilitar el ‘envío’ de ese mensaje para que todo el mundo pueda entenderlo”. 

Tras escribir su nombre en la historia del arbitraje, Jaco prepara las maletas para continuar agrandando su figura en el panorama rugbístico. Desde Up & Under le seguiremos de cerca.

Anuar Gómez. 

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