La nueva aventura de Antonella Reding
La grandeza de una deportista reside en su determinación, en su perseverancia, y en sus ganas por superar retos. Antonella Reding cumple con creces con dichas virtudes, y es que la internacional argentina llegó a Getxo para cumplir un sueño. Impulsada por las ganas de seguir creciendo, tomó el pasaporte para embarcarse en una nueva aventura ‘al otro lado del charco’.

El rugby, su gran apuesta
Afirmando haberse iniciado en el rugby más tarde de lo que le hubiera gustado, Antonella explica que “comencé de grande a jugar a rugby. Me hubiera gustado arrancar de más pequeña… pero nada. Yo soy de Villaguay (Entre Ríos), y comienzo porque a mí siempre me gustaron los deportes de contacto y era la primera vez que se hacía rugby en mi ciudad. Con una compañera de la facultad, que las dos hacíamos ‘handball’ en ese entonces, decidimos probar y bueno, me gustó y hasta el día de hoy seguí jugando”. Sin embargo, la internacional argentina no cerró las puertas de su otra pasión: el baloncesto. Según confiesa la entrerriana: “desde los 8 o 9 años arranqué a jugar a basket y bueno, hasta el año pasado estaba jugando, así que el basket me encanta y es un deporte que lo jugaría siempre”. Además, Antonella añade: “también he hecho atletismo -ya de grande- pero me gusta mucho correr, y bueno, la condición física que por ahí sobresale en mí es la velocidad y me gusta entrenarla y tengo un plan para eso, así que tratando siempre de mejorar día a día esa condición también”.
Compaginando ambos deportes, Antonella se hacía con un nombre en el rugby argentino. Reflejo de su entrega por el deporte, el buen hacer de la jugadora del Getxo se vio premiado con la participación en los juegos de Nápoles -con la selección universitaria-, algo que la entrerriana recuerda con ilusión: “los juegos de Nápoles fueron juegos con la selección universitaria, que también fue la primera vez que se hizo y fue algo increíble. Jugamos contra Sudáfrica, Rusia… fueron selecciones duras y estoy muy feliz de haber jugado contra esos equipos”.
Avanzando y creciendo a pasos agigantados, pronto, la selección llamó a su puerta: “con la selección, gracias a dios, hasta el día de hoy sigo teniendo contacto con el staff y demás. Ellos me apoyaron muchísimo por mi decisión de venirme a España y dejar por un lado la selección aparte”. Sin embargo, Antonella explica: “hasta día de hoy seguimos en contacto, me siguen pasando planificaciones de acorde a mi torneo también acá, así que bueno… cuando regrese a Argentina espero poder sumarme de nuevo a la selección”.
La llamada de Getxo
A sus 25 años, Antonella hizo las maletas para seguir viviendo un sueño. Según afirma la argentina: “Cuando me llegó esta propuesta del Getxo al primero que se lo dije fue a Tomás, que es nuestro entrenador de la selección, y enseguida me llamó. Se puso en contacto conmigo, me dijo que había sido una jugadora que había mejorado mucho en este tiempo y demás, y que lo que yo decida iba a estar bien. Él también fue jugador y me dijo que sin duda iba a ser una experiencia muy positiva para mi”.
Al ser cuestionada por su decisión de recalar en el Getxo, la entrerriana explica que: “es algo que yo siempre quise. Siempre me quise dedicar al rugby profesional, es un sueño que estoy viviendo y creo que todavía no caigo. Esta era una oportunidad que, si la dejaba pasar, no creo que me hubiera venido alguna otra oportunidad después”, a lo que añade: “además, por como estaba la situación con el tema del Covid yo pensé que en Argentina ya directamente no se iba a jugar nada, el Sudamericano en el último momento se jugó, pero bueno… dije ‘bueno, acá no hay torneo, para estar acá parada por lo menos voy a estar jugando en España”.
Dubitativa sobre qué camino tomar, Antonella confiesa que en Getxo “tenía a Manuel que era el preparador físico que estaba ese tiempo, que es argentino también. Hablé mucho con él, me comentó cómo era el lugar, el equipo, las chicas… y eso también me ayudó muchísimo porque él me acompañó todo ese tiempo que yo estaba entre venir y no venir”. Pero la internacional apunta: “además de él, toda mi familia y mis amigos siempre me animaron a venir a Getxo”.
Una nueva experiencia
Un nuevo equipo inmerso en un proceso de renovación y con el claro objetivo de ascender a la División de Honor ‘B’. Ese era el reto que le esperaba a Antonella a su llegada a España. Bajo la batuta de un nuevo entrenador, la internacional vivía sus primeros días en su nueva casa dispuesta a aclimatarse a una nueva modalidad de rugby: “yo llegué acá sin saber lo que era el rugby XV porque en Argentina siempre jugamos VII. Vine acá y me sentía totalmente mal porque no sabía ubicarme en la cancha, no sabía dónde ponerme, pero igual en el paso del tiempo me fui acostumbrando. Sigo trabajando día a día y tratando de aprender y de llevarme lo mejor que pueda del rugby XV, que es totalmente diferente al VII”.
Valorando el papel del técnico desde su llegada, Antonella confiesa que: “Aitor es un excelente entrenador, estoy muy feliz de tenerlo porque puedo aprender día a día de él y me parece que es muy positivo para las chicas también. Nos va a ayudar a crecer muchísimo. Espero que siga manteniéndose porque la verdad es que está haciendo un trabajo muy bueno, y tenemos que saber aprovecharlo también”.
Sin posibilidad de obtener un rodaje previo a los playoff de ascenso a la División de Honor ‘B’ a causa de la pandemia, el debut, y la carta de presentación de la entrerriana en el rugby XV, llegó en la fase de ascenso: “estaba muy nerviosa en el primer partido porque era todo nuevo para mí y encima teníamos que hacerlo bien porque eran los playoff. Pero bueno, a medida que fueron pasando los partidos por suerte me fui acomodando y creo que el equipo también”.
Ahora, en una categoría superior tras cumplir -con creces- el objetivo del ascenso, Antonella explica que: “tenemos que intentar estar con la cabeza al 100%, concentrarnos en lo que es el partido tratando de no caer si nos meten un try o cualquier error que tengamos, y ayudándonos unas a otras para poder resolver cualquier problema que se nos presente”.
Sólo el tiempo podrá decir cual es el techo del sólido bloque de su nuevo club. Mientras tanto, Antonella continúa haciéndonos partícipes de su crecimiento, de su entrega y de sus sueños. Una jugadora que se define como “una persona competitiva conmigo misma. Me gusta mejorar semana tras semana, mejorar mis tiempos, mejorar mis técnicas y seguir creciendo”. Pues bien, si este es el fruto de sus sueños, sigamos soñando.
Anuar Gómez.
Categorías